Cada uno de los pueblos que configuran esta comarca con gran influencia mediterránea, destacan por ser un monumento histórico y artístico. Entre ellos destaca la Fresneda, con un núcleo urbano repleto de calles porticadas, plazas soleadas y grandes edificios declarados bienes de interés cultural. Rafales o la Torre del Comte son también un claro ejemplo de la muestra arquitectónica de la comarca.
Los pueblos de Mazaleon y Cretas nos trasladan a la prehistoria, con sus restos de pinturas rupestres y asentamientos neolíticos, de la edad de bronce y de la edad de hierro. Además, también podemos encontrar el poblado íbero de San Cristóbal.
En Monroyo se respira edad media. El puente de Torredarques o el núcleo urbano de Fórnols nos trasladan a una época mágica de caballeros a través de leyendas que cuentan las gentes de sus pueblos.
Nos encontramos en un entorno puramente mediterráneo que ofrece una gran diversidad de paisajes y ecosistemas bien conservado. Con una excelente gastronomía, acoge al visitante con la calidez de un pueblo que ama su tierra.